sábado, 29 de enero de 2011

ROCÍO CASTRO, DIRECTORA DE RELACIONES EXTERNAS DEL TEATRO MAESTRANZA













Por Antonio M. Beleño y Juan Carlos Polo

-¿Cuánto tiempo llevas trabajando en éste puesto?
-En el Maestranza desde el 94, pero en este mundo mucho más tiempo. Concretamente en mayo de 2010 he hecho justo 25 años. Empecé en mayo de 1985.
-¿Llevas a cabo el importante trabajo de Jefa de Prensa y al mismo tiempo el de Jefa de Sala?
- Si. Mi puesto en el teatro es Directora de Relaciones Externas, lo que incluye tanto prensa como sala, relaciones públicas, protocolo, imagen, además de todas las publicaciones que realiza el Teatro. Al comienzo el nombre de mi cargo era Jefa de Imagen y Prensa, pero al poco tiempo se cambió por el actual.
- En otros teatros son varios puestos.
- Son muchísima gente.

-¿Es mucho tiempo el que le tienes que restar a tu tiempo libre y a tu vida diaria a causa del trabajo?
- Sí. En verdad aquí no hay horarios. Por la cuestión de hacer prensa y demás debo estar en contacto con los periodistas, por ejemplo, que empiezan a poner a funcionar los periódicos alrededor de las 4 de la tarde. Por la mañana acuden a las ruedas de prensa, por lo que tengo que estar aquí en horario de mañana, pero cuando hay sala debo también estar en el horario de noche. De lunes a viernes me elaboro mi horario, que es más o menos de 9:30 a 3 y de 6 hasta que acaba la función. Los sábados y domingos solo vengo cuando hay función, que es la mayoría de los fines de semana.
-¿Era tu meta alcanzar el puesto en el que te encuentras?
-Pues sí. Mis primeros pasos en este trabajo los di en producción. Trabajaba en el solar del teatro, que no existía aún, y empecé en “Cita en Sevilla”, donde hacíamos producciones de Rock and roll. Mis primeros 5 años consistieron en producir conciertos de Rock y giras, y como mánager de grupos, por ejemplo Pata Negra, con quienes trabajé durante mucho tiempo. Más adelante conseguí un puesto en el Lope de Vega y los primeros años en el teatro me parecieron horrorosos; era más joven y veía las cosas de otro modo. Finalmente me reciclé, pero cuando comencé a trabajar hace 25 años ni me imaginaba que iba a terminar haciendo ópera. En aquellos momentos no me gustaba nada este género, lo mío era el Rock and roll, tenía 19 años.
- Si pudieras elegir un puesto dentro de este teatro diferente al que tienes ¿cuál sería?
- Sin duda elegiría el que tengo.   
-Centrándonos en el tema de los dos nuevos proyectos que se están realizando ahora en el Maestranza, esta es la primera vez que se lleva a cabo esta actividad en el teatro, ¿cómo se está adaptando el personal, y el Maestranza en general, a estos proyectos?
-Bien, la verdad es que todo estamos muy ilusionados. Pese a que mi labor es muy bonita, todos los trabajos tienden a ser monótonos. Y este proyecto, que es rompedor, que nunca lo había hecho nadie, es muy estimulante; además trabajamos con gente joven, que es lo que nos gusta, y todo el equipo está muy ilusionado. En el teatro hay una especial sensibilidad en los días que hay espectáculos para gente joven, para los niños.
-¿Crees que con actividades como la de “Produce una ópera” y “Adopta a un músico” se acerca más a un público, el juvenil, generalmente ajeno al teatro y sus actividades?
Sí, está claro, porque la gente solo tiene una visión del teatro como un lugar donde disfrutar de un espectáculo: ópera, música clásica, etc., pero pocos lo ven como un sitio donde poder trabajar en un futuro. Es una forma de descubrir los trabajos que realizamos detrás de lo que se muestra, más allá de los cantantes e intérpretes.
-¿Crees que sigue quedando el concepto de ópera como un espectáculo elitista?
Sí, pero cada vez menos. Elitista porque este tipo de espectáculo en el que trabaja tanta gente y colectivos es más caro que traer a un pianista, por ejemplo. Pero la ópera es la más demandada, por lo que el gasto se amortiza con los ingresos. Ahora mismo el público que asiste es muy variado.
-¿Alrededor de cuánto personal puede estar participando activamente en el teatro? ¿Y con estos nuevos proyectos?
En el teatro somos en total unas 120 personas, aproximadamente, y con el proyecto “Produce una ópera” sobrepasamos las 500 personas contando a los alumnos y profesores.
-¿Resulta difícil organizar proyectos de este calibre y coordinar cada una de las tareas asignadas a los grupos? Es mucho trabajo y no son expertos los que están llevándolo a cabo.
-Sí, sin duda. Aunque es mi directora, Remedios Navarro, quien ha organizado el tema. Yo, pese a que por mi cargo se me ve más, solo recibo al grupo, pero es la directora la que ha coordinado todo el proyecto.


-¿Temes por los plazos?
Como en todo, en el teatro parece que nunca vamos a llegar, y sin embargo después casi todo siempre sale. Es frecuente, este es nuestro día a día.
-¿Qué esperanzas tienes en los resultados?
Yo creo que va a ser muy gratificante, cada vez el proyecto coge mas forma. Además, hace ya año y pico fuimos a Madrid, a una conferencia, y nos surgió esta idea con la directora, Remedios Navarro, sin tener nada aún, y ahora que está todo funcionando y se empiezan a ver los resultados es todo muy satisfactorio.
-¿Quienes participan en el proyecto? ¿Y quiénes son los coordinadores de cada sección?
-Los mismos jefes de las distintas secciones del teatro dirigen cada sección que va a participar en la producción.
-¿El reparto artístico estará conformado íntegramente por profesionales?
-No, profesionales son sólo los del coro, salvo alguna excepción, y el resto son parte del proyecto.
- En el caso de tratarse de un montaje habitual del teatro (como el reciente de “La Bohème”), ¿cuánto sería el coste aproximado de la producción de “Hänsel y Gretel”?
- Esta pregunta la puede responder nuestra directora del teatro. El coste habitual de una ópera varía según la producción y el tiempo que esté en cartel, por ejemplo, “La Bohème” se ha representado con dos repartos durante ocho días.
-En cuanto a la actividad “Adopta a un músico” ¿cuál es tu opinión acerca del proyecto?
- Pues me parece fantástico. De hecho me enamoré de este proyecto muchísimo, porque ya se estaba realizando en Madrid con la ONE, y es acercar la orquesta a la escuela. Los niños van a conocer directamente al músico que va a tocar con ellos, y finalmente van a tocar con toda la orquesta.
- ¿Hay algún proyecto que recuerdes con especial cariño?
- Proyectos muchísimos, porque son ya muchos años en el Maestranza. Por ejemplo, recuerdo cuando celebramos el décimo aniversario del Teatro, que realizamos una exposición interactiva sobre su historia y me gustó el trabajo que realizamos y como quedó. También cuando se realizan montajes para niños disfrutamos mucho.
- ¿Y tienes ilusión por algún montaje en particular para realizar próximamente?
- Normalmente siempre tenemos ilusión cuando hacemos un montaje nuevo desde cero, aunque ahora mismo estamos trayendo montajes realizados por otros teatros.
- ¿Se ha notado la entrada de nuevas tecnologías en el funcionamiento del teatro en estos últimos años?
- Muchísimo. Desde que se construyó el Teatro en el 91 ha habido que hacer varias reformas. En el 97 se llevó a cabo la modernización de la maquinaria escénica, porque la tecnología cambia constantemente, y en 2005 se producido otro cambio de ampliación y modernización, además de la construcción de la sede de la orquesta en estas mismas instalaciones, las transformaciones son mejoras en los materiales técnicos.
- ¿Se ha enfrentado el teatro en alguna ocasión a grandes contratiempos?
- Muchos, muchísimos
- ¿Alguno en especial?
- Siempre se plantea el mismo tema: no va a salir, no llegamos. Sobre todo el tema de que un cantante o bailarín se cae, un artista que no puede venir, buscar rápidamente el intercambio. Muchísimas cosas.